¿Qué podemos esperar del rol del patrono?
En los últimos tiempos he tenido la oportunidad de participar en unas cuantas reuniones de patronato de fundaciones, de las que no soy miembro, sino observador externo. También he tenido conversaciones con patronos y directores de organizaciones en que me han manifestado algunas de sus inquietudes. Fruto de las cuales me he animado a escribir alguna reflexión sobre cuál debe ser, a mi entender, el rol del patrono de una fundación y que os comparto.
Contenidos
1.- Profesionalidad.
Formar parte del patronato de una fundación es un honor indudablemente. Pero el hecho de ser un cargo voluntario no retribuido no implica que no tenga responsabilidades legales e incluso penales. Por tanto, formar parte de un patronato significa algo más que voluntariedad y buenismo sino aportación personal y profesional, que probablemente por dicho motivo hemos sido convocados.
2.- Vocación de servicio.
“Pero… ¿cómo? ¿Se tienen responsabilidades? ¿Se trabaja y dedican horas y no se cobra?” …Este comentario lo he odio en más de una ocasión junto con la siguiente coletilla: “Entonces, nadie querrá ser patrono de una fundación”. Por suerte, hay personas dispuestas a aportar lo mejor de ellos sin pensar en términos económicos sino de servicio y aportación a la sociedad y a la causa que más le atraiga. Por eso es un honor y porque cuando uno da, recibe con creces. Los que lo han experimentado lo saben bien.
3.- Visión.
Ser patrono no es ser director general de la fundación, ni responsable de finanzas o de recursos humanos o de marketing. Para eso está el equipo contratado que realiza esa función, si la fundación tiene disponibilidad. Ser patrono es no estar en la arena, es mirarse las cosas desde fuera, evitando que las hojas impidan ver el bosque. Es aportar visión fresca, innovadora, a veces loca, pero profesional. Es ser alma libre pero comprometida.
4.- Garante de la misión.
El patrón y presidente de la fundación puede ser el fundador, el propietario que la ha creado con sus propios recursos, pero el patronato no se debe al fundador, ni siquiera a su presidente, sino a la misión fundacional. Es el responsable de velar porque ésta no se desvíe de la misión fundacional para la que ha sido creado. Y, por tanto, es el propio patronato el garante de que cumple el fin último para el que ha sido creada.
5.- Gobierna, no dirige.
El patronato con la visión y misión clara es quien establece los mecanismos de gobierno de la organización. Impulsa los planes y las reflexiones estratégicas, delega en el equipo directivo la gestión de la organización, establece los mecanismos de control y evaluación del desempeño y rinde cuentas ante los organismos pertinentes y ante la sociedad.
6.- Representa a la organización.
A veces se escogen patronos por su agenda de contactos. Tener contactos es un valor añadido, pero no siempre es garantía de éxito. El patrono es representante de la organización y en la medida que tenga asumido su rol, se sienta involucrado y confíe en el buen hacer, será abanderado de la fundación y pondrá al servicio de la organización su tiempo, su talento, sus contactos e incluso una parte de sus recursos.
7.- Promueve la causa, no es el conseguidor.
En nuestro país en que una gran mayoría de fundaciones manejan recursos muy escasos, pensamos que obtener recursos es cuestión de tener contactos. Y nada más lejos de la realidad. Los patronos como representantes de la fundación, como personas que creen en ella, sin duda deben ser los primeros defensores y promotores de la causa, incluso aportando recursos a la causa y ayudando a que sean posibles. Los americanos lo tienen muy claro con sus 3 G’s:” Give, Get or Go away”. Dona, Consigue o Márchate.
8.- Es consultado, pero no es un consultor.
Un patrono puede ser experto en un tema concreto y, por tanto, puede hacer de consultor del equipo de gestión sobre su área de expertice, pero ello no le convierte en el director de área. Será la propia dirección la que deba tomar sus propias decisiones a partir de la consulta. El patrono puede actuar como consultor, pero no en su función de patrono. Y esto es importante tenerlo claro para evitar posibles interferencias.
9.- El rol puede variar según el momento de la fundación.
Cada fundación está en un “momento vital” diferente que requiere respuestas y actuaciones distintas. No es lo mismo el rol del patronato en una fundación recientemente constituida, que en otra que está en crecimiento, o en otra que está en fase de maduración o de crisis o en fase de declive.
10.- Necesita foco en los temas en los que participa.
Los patronos son personas ocupadas, por ello es importante definir una agenda de reuniones con temáticas claras. Las periodicidades y las agendas de la reunión deberían centrar más del 50% del tiempo en temas estratégicos clave de futuro y no en temáticas cortoplacistas del día a día, para lo cual ya está el equipo de dirección.
Espero que estas notas con mi punto de vista te puedan servir para reflexionar y entender mejor el rol que tienen, o deberían tener, los patronos en las fundaciones, y que puedan ser de ayuda para un mejor funcionamiento y engranaje en tu organización.