Los consumidores somos cada vez más conscientes y buscamos cada vez más, que los productos y servicios que adquirimos provengan de empresas que estén alineadas con nuestros valores y que contribuyan con nuestras causas.

De hecho, hoy en día, muchas empresas surgen de la lucha por una causa. Por ejemplo, Heura. ¿La conoces? Heura nace de la necesidad de hacer un cambio en la industria cárnica, y crear un mundo más sostenible. O Ecoalf, la marca de ropa que crea sus tejidos y prendas a partir de plásticos sacados del mar. Hoy, están removiendo conciencias a la vez que crecen de forma exponencial. Estos son solo un par de ejemplos de los muchos que existen.

Pero,

¿Qué pasa con las empresas que ya tienen unos años y que no tenían causas tan claras en la base de su proyecto?

Nunca es tarde para unirse a una causa, de hecho, si ahondamos en el propósito fundacional, seguramente encontremos una. Y es desde ahí desde donde podemos empezar a construir. Descubre algunos ejemplos de empresas que abanderan causas y date cuenta de dos cosas: primero, no era explícitamente el origen de su fundación y segundo, no queda como un pegote en su estrategia.

¿Cómo lo han hecho estas empresas, y cómo puedes hacerlo tu también?

• Ahonda en tu propósito fundacional.

  Cualquier empresa nace con un propósito generalmente de mejorar o solucionar una situación. Y es en este punto donde puedes encontrar el propósito de tu empresa y la causa en la que invertir tus esfuerzos.

• Conoce bien la causa.

  Vincúlate con la causa, conócela, estúdiala. Si haces una campaña debes responder a una necesidad real.

• Trabaja junto a una organización que se dedique a la causa.

  Antes de lanzar tus campañas apoyando a causas, considera la opción de crearlas de la mano de una organización. Ellas son quienes tienen la información y pueden darte la visión acertada.

• Vincúlate a largo plazo.

  Si quieres que tu empresa se reconozca como agente del cambio, no vale con hacer una campaña aislada. Trabaja la causa con todos tus stakeholders; empleados, proveedores, socios y clientes. Todos ellos deben conocerla, y para que tenga un impacto real, debe ser una vinculación sostenida en el tiempo.

Lo que nunca debes hacer aunque lo hagas de corazón

• • Vincularte con las causas solo porqué están de moda.

    Ya hace años que vemos como en marzo las redes se inundan de morado y en junio de arcoíris. ¿Todas las empresas que hacen un post o un twit durante esos días están vinculados con la causa? o ¿es cosa de un día? ¿Sus políticas y acciones favorecen esa causa que dicen apoyar?

  • No dar margen a malinterpretaciones.

    Imagínate que haces una campaña y lo único que genera es el efecto contrario al que pretendías. Antes de lanzar una campaña, asegúrate y contrasta opiniones. Trabaja de la mano de entidades vinculadas a esa causa.

     

     

    Para acabar, te invito a que empieces desde el principio y redefinas tus valores, y propósito de tu empresa, para que cuando sientas la necesidad de compartir una causa, lo hagas con convencimiento y seguridad de que va a generar un impacto positivo.